Vegetación Natural Remanente
El Ministerio del Ambiente del Ecuador ha generado información espacial sobre cobertura y uso de la tierra que permite cuantificar y comparar la superficie de vegetación remanente en los años 1990, 2000, 2008, 2014 y 2016. Este es un insumo clave para evaluar el estado de los ecosistemas y dar soporte a la formulación, la implementación y el seguimiento de políticas públicas relevantes para la gestión sostenible del territorio (MAE 2018).
El monitoreo del estado y la evolución de la cobertura vegetal natural constituyen también una herramienta importante para procurar la conservación de la enorme biodiversidad que alberga Ecuador, uno de los diecisiete países más megadiversos del mundo (Burneo 2008). La permanencia y salud de esta cobertura vegetal es esencial para su conservación. Por otro lado, la vegetación natural y la biodiversidad están relacionadas con los modos de vida de comunidades indígenas, afroecuatorianas y montubias, quienes dependen de ellas tanto para su consumo como para la generación de recursos económicos (Bodero 2005; Quiroga 2010). El rol de las comunidades indígenas en la conservación de la vegetación natural y la biodiversidad también ha sido destacado (Quiroga 2010).
Los cambios en el uso del suelo en Ecuador han ocasionado una gran pérdida de diversidad y fragmentación de hábitats, especialmente en la Amazonía norte, la región del Chocó (noroccidente del país), la cordillera de la Costa y las zonas bajas orientales de los Andes (Cuesta et al. 2017). Identificar la vegetación remanente y contrastar este dato con información de variables sociales y de biodiversidad, áreas protegidas, fuentes hídricas, entre otras, puede ser una herramienta importante para una planificación territorial que priorice zonas de conservación y uso sostenible (Peralvo, Cuesta y Baquero 2015).
El mapa presenta dos categorías: las áreas de “vegetación natural”, categoría que agrega las categorías bosque nativo, páramo, cuerpos de agua, otras tierras, vegetación arbustiva y vegetación herbácea; y las áreas de “zonas intervenidas”, que incluye a las plantaciones de bosque, tierras agropecuarias y zonas antrópicas. A nivel nacional se observa la importancia del bosque amazónico y el bosque siempreverde andino, en las vertientes externas de la cordillera Oriental y en el norte de la cordillera Occidental, como las áreas con mayor remanencia de vegetación a nivel nacional.