Potenciales fuentes de contaminación de la actividad hidrocarburífera

La economía del Ecuador depende mayormente de la exportación de petróleo. Sin embargo, al mismo tiempo, es una de las prácticas que mayor impacto genera en la Amazonía. La exploración, la explotación, el transporte y la refinación del petróleo; todos, en mayor o menor medida, tienen consecuencias ambientales y sociales negativas.

Uno de los principales impactos es el que genera la contaminación, vinculada a la disminución de la biodiversidad tanto en ecosistemas acuáticos como terrestres, y al aumento de una serie de enfermedades, muchas de ellas fatales, que afectan a las comunidades que viven cerca de este tipo de actividad. Por este motivo, al igual que en la minería, no es posible hablar de “sustentabilidad” en la actividad petrolera.

Muchos de los impactos que no son controlados o gestionados a tiempo se transforman en pasivos ambientales. Por este motivo, el Programa de Reparación Ambiental y Social (PRAS), del Ministerio del Ambiente, monitorea las fuentes de contaminación generadas por operadoras públicas y privadas, a nivel nacional, desde el año 1967. El objetivo del PRAS es obtener indicadores y estadísticas que permitan priorizar zonas de intervención para exigir e implementar la respectiva reparación integral.

Los tipos de fuentes de contaminación por la actividad hidrocarburífera registrados por el PRAS son:

  • Piscinas: Excavaciones que contienen desechos de petróleo mezclados con agua, productos químicos, lodos de perforación, chatarra y basura.
  • Fosas: Excavaciones de dimensiones pequeñas (en promedio, 2 m × 2 m × 3 m) que se realizaban como mala práctica cerca de las orillas de ríos, lagunas y/o pantanos, con el fin de depositar el material contaminado producto de derrames.
  • Derrames: Escape de hidrocarburos hacia los diversos cuerpos de agua y suelos, producidos por causas operacionales imprevistas o naturales.

Todas las operadoras de la actividad hidrocarburífera deben reportar a la autoridad ambiental competente sobre las probables fuentes de contaminación registradas durante su ejercicio; dichos reportes comprenden la información recopilada por el PRAS.

La actividad petrolera se realiza casi en su totalidad en la Amazonía, y desde sus inicios ha dejado una enorme cantidad de pasivos ambientales. Los principales son las piscinas de almacenamiento (1 692) y las fosas (769), importantes focos de contaminación. Además, se han identificado casi 1 000 derrames que han contaminado varias cuencas hídricas.